EL SEÑOR OS HA ESPERADO AQUÍ EN ESTA MONTAÑA

Giovanni Paolo II, 24/03/2000

Dos seminaristas admitidos a las Sagradas Órdenes

El Miércoles  22 de Abril ha tenido lugar en la Iglesia de la Domus Galilaeae una celebración eucarística presidida por Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo. Celebración en la cual dos seminaristas del Redemptoris Mater de Galilea han sido admitidos a las Sagradas Órdenes: Mateo Álvarez Serna y Francisco Aragón Bueno, ambos procedentes de Colombia. Se están preparando para ser presbíteros diocesanos del Patriarcado Latino de Jerusalén, con la peculiaridad de que son misioneros, enviados por la Iglesia de Tierra Santa allí donde fuera necesario.

En la celebración estaban presentes varios sacerdotes que ejercitan su ministerio en Tierra Santa (entre los cuales se encontraba el hermano de Francisco, el Padre Juan David), algunas religiosas, los hermanos y hermanas de las comunidades neocatecumenales, provenientes sobre todo de los pueblos de Fassuta e ‘ Ailabun,    en las cuales los dos seminaristas hacen el Camino, y las comunidades de la Domus Galilaeae, la Domus Mamre (Jerusalén) y el Seminario.

En su homilía Mons. Marcuzzo ha expuesto sobre todo la profundidad teológica de algunos temas fundamentales del Evangelio de Juan. Ha remarcado, dirigiéndose en particular a los seminaristas, que todo tiene que estar centrado en Jesucristo y en el conocimiento de su persona, hasta las circunstancias más ordinarias de la vida.

A continuación el Obispo ha hecho énfasis sobre la importancia de algunos «signos de nuestros tiempos», el primero de ellos el martirio que sufren muchos de nuestros hermanos en Medio Oriente. Monseñor Marcuzzo ha destacado que no se puede permanecer indiferentes ante esta realidad, más bien hay que interpretarla a la luz de la fe y de la resurrección de Cristo, considerando que la sangre de los mártires es siempre semilla para nuevos cristianos.

El segundo signo, no de menor importancia, es la inminente canonización de dos santas provenientes de Tierra Santa, fuente de alegría para su Iglesia; dos mujeres de personalidades tan diferentes, y sin embargo tan unidas en la santidad de vida: María de Jesús Crucificado (Mariam Baouardy), monja profesa de la Orden de los Carmelitas Descalzos, y María Alfonsina Danil Ghattas, religiosa y fundadora de las Monjas del Rosario.

Finalmente, el Obispo ha dirigido una palabra de exhortación a los dos jóvenes a continuar con valor su camino, aprovechando el tiempo de formación en el seminario para conocer profundamente a Jesucristo no sólo a través de la experiencia de fe, factor de capital importancia, sino también a través del estudio constante y de una labor de seria preparación («¡Estudiad, estudiad, estudiad!» ha sido su exhortación a los seminaristas).

La celebración se ha desarrollado en un clima de alegría pascual y de gratitud al Señor, que sigue dando nuevas fuerzas a su Iglesia. Después prosiguió con un alegre banquete, con cantos y mabruk a los dos seminaristas admitidos.

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