EL SEÑOR OS HA ESPERADO AQUÍ EN ESTA MONTAÑA

Giovanni Paolo II, 24/03/2000

Un nuevo lector y dos nuevos acólitos del Redemptoris Mater del Seminario de Galilea

El pasado 26 de Octubre, en la Iglesia de los doce Apóstoles de la Domus Galilaeae en Korazim, tuvo lugar el rito de otorgamiento del acolitado para Sliman Hifawi y Javier Martínez Alcalá y del lectorado para Mateo Alvarez Serna. Presidió la celebración eucarística P. Hanna Kildani, nuevo Vicario Patriarcal en Israel, en su primer otorgamiento de ministerios.

Por primera vez como Vicario Patriarcal, P. Hanna Kildani confirió los ministerios de lectorado y acolitado a tres seminaristas del Redemptoris Mater de Galilea, que serán incardinados en el Patriarcado Latino de Jerusalén: Sliman, un nativo de Jaffa, y Javier, español, fueron instituidos acólitos, Mateo, colombiano, ha recibido el ministerio del lectorado. Los tres seminaristas han recibido una calurosa acogida de sus comunidades, de los formadores y de los hermanos y hermanas en misión.

Antes de la celebración, el Rector del Seminario, padre Francesco Giosuè Voltaggio, dirigió ante todos los presentes una felicitación a P. Hanna por su nuevo cargo en el Patriarcado, asegurándole el apoyo y la cercanía en la oración; luego, hizo referencia a la riqueza de frutos del Camino Neocatecumenale, destacando de manera particular la fidelidad de muchas familias a la encíclica Humanae Vitae, al abundante número de hijos que el Señor les ha concedido y a las vocaciones que surgen como resultado.

El Vicario Patriarcal, expresando la alegría de presidir esta liturgia, recalcó la importancia del Camino en la Iglesia Católica y dió las gracias al Rector, a las familias y a los formadores. En la homilía del Evangelio del día (Lc 12, 49-53), el Vicario ha resaltado el largo camino que todo cristiano está llamado a cumplir para llegar al final de su recorrido, que es el el Paraíso. Específicamente, actualizando las palabras del profeta Jeremías, «antes que nacieses, te elegí» indicó a los tres seminaristas la llamada que han recibido en el Bautismo, la gracia de crecer en una familia cristiana y de tener formadores. «Sin la escucha de la Palabra y la participación frecuente a la Eucaristía -afirmó P. Hanna- no se puede recorrer ningún camino: solo Jesucristo puede indicarnos la via por recorrer, indicar la meta y dar la fuerza necesaria para alcanzarla». El Vicario luego destacó que la disponibilidad de los seminaristas y de todo cristiano no es teórica: sino que debe ser probada como la del joven rico en la parábola que, a pesar de conocer y practicar los diez mandamientos, ante el obstáculo que el mismo Jesús le pone frente a la elección de una auténtica adhesión a la llamada, la de vender los bienes, a dejar los afectos y seguirlo, opone resistencia y se niega a aceptar la invitación; esto último estaba destinado a aclararle al joven, pero también a todos nosotros, que la disponibilidad de seguir a Dios en todo, en cada momento, debe ser total. «Incluso a los tres seminaristas -prosiguió P. Hanna- se les pidió amar, adherirse al Señor totalmente: ellos con la ayuda de la gracia, de la mano del Señor, fueron fieles. Ellos no son héroes como no lo eran Pedro y los otros apóstoles: son débiles, es Jesucristo el que los hace fuertes. Se cumplen así las palabras de San Pablo: “deseo el bien pero es el mal el que se me presenta”; y Jesús responde a esta constatación: “Te basta mi Gracia.” Él es el fuerte, el Santo, el Bueno. Precisamente por eso es posible para estos hermanos ser lector, acólito.»

El Vicario, como conclusión, recordó la visita que el Cardenal Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, del 18 de octubre del 2017, en celebración del centésimo aniversario de la Congregación dirigida por él, hecha al Seminario. El Cardenal, como recordó padre Hanna, habló de testimonio y martirio, de celo por obrar allí donde el Señor nos llama. “La encarnación de Jesúscristo tiene una historia y una geografía -ha afirmado el Vicario-, un tiempo y un lugar donde cumplirse; como también para cada uno de nosotros. Hoy el Señor te está llamando en Oriente, quien sabe mañana, pero ¡hoy te llama a responder!. Jesús amó y redimió a su pueblo como siervo, misión a la cual todos estamos llamados, también nosotros, como servidores. Hoy, en especial, para los tres jóvenes, en la Iglesia de Jerusalén. Jesús dijo: “¡Heme aquí!” así como la Virgen María: “He aquí la esclava del Señor”. Ésta, con la ayuda del Señor, es nuestra respuesta. ”

Preguntado el Vicario, como lo exige el ritual, los tres seminaristas han respondido con convicción “¡Heme aquí!”, continuando con su camino hacia el sacerdocio. La celebración ha continuado con la participación activa de los presentes y en un clima festivo. Al final hubo un ágape festivo preparado por los hermanos y hermanas.

Augusta Fiore